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31 de Octubre
Hay ciertas etapas de la vida que sugieren muchos cambios y, por supuesto, la pubertad es una de ellas. No sólo notamos el crecimiento a nivel físico, sino que también a nivel mental y emocional empezamos a ser diferentes, pero, ¿qué sucede cuando esos cambios se empiezan a dar a edades más tempranas? ¡Puede ser que estés experimentando la pubertad precoz! Sigue leyendo y entérate de todo lo que tienes que saber sobre ella, para que aprendas a manejarla y le bajes un poquito a la tensión y los nervios.
Si bien sabes que hay edades un poco más complicadas y que llegamos a una época en la que decimos: ¡¡Nadie me entiende!! No llegamos a darnos cuenta del cambio inmediato, sino que, esto se va dando por diferentes comportamientos hormonales en nuestros cuerpos que llegan de manera paulatina; pero, ¿esto en qué momento debe suceder? Pues bien, lo común sería que la pubertad llegara para las niñas entre los 10 y los 14 años, y para los niños, entre los 12 y los 16, pero, ¡no siempre es así!
Ya sabemos que todas somos súper diferentes, y así mismo, nuestros cuerpos y su crecimiento también lo son, por eso, puede suceder que la pubertad llegue de manera adelantada y que todos esos cambios físicos, emocionales y mentales se experimenten incluso desde los 7 u 8 años… ¡¿QUÉ?! Puede sonar extraño, pero así es, y a eso se le llama: Pubertad precoz.
¡Hormonas por aquí, hormonas por allá! La pubertad precoz presenta muchos síntomas relacionados con los cambios hormonales, y los primeros y quizá más notorios, son los cambios físicos que pueden incluir:
Crecimiento del vello corporal.
Cambios en la voz.
Maduración de los órganos genitales.
Acné.
Cambios en el olor corporal.
Si notas que tus hijos están experimentando estos síntomas, ¡prepárate! Porque seguro están entrando a la pubertad y de ahora en adelante vivirán muchos cambios y debes estar lista para responderles todo lo que necesiten saber. Nuestro artículo de: “Todo lo que debes saber sobre la menstruación” te puede ser de mucha ayuda.
Aunque puede llegar a ser incluso más común de lo que creemos, la pubertad precoz no siempre se da por causas complejas, muchas veces se da simplemente por un desarrollo hormonal acelerado que viene derivado por temas genéticos, es decir, si los padres o familiares también experimentaron cambios relacionados con la pubertad a edades tempranas, es muy probable que los niños también lo hagan.
Por otro lado, hay algunas causas que sí pueden resultar algo más complejas, pero, aún así, ¡nada de asustarse! Recuerda que el acompañamiento de un especialista siempre será la mejor opción para determinar cuál de todas estas posibilidades es la que está llegando a tu familia:
Cambios o problemas en la estructura cerebral: el cerebro es el encargado de liberar las hormonas que dan paso a los cambios de la pubertad, por lo que, alguna alteración en él podría implicar la segregación temprana de estrógeno (mujeres) o testosterona (hombres) según sea el caso.
Tumores: Hay ciertos tumores que favorecen la segregación de la hormona Gonadotropina Coriónica Humana (GCH) que es la llamada “hormona del embarazo”, lo que genera muchos cambios físicos en el cuerpo.
Tumor del hipotálamo: Un tumor en el hipotálamo podría alterar las señales que le envía al cerebro, derivando en la aparición de la pubertad antes de tiempo.
Anomalías genéticas u hormonales en las zonas genitales: Puede ser causada por tumores en los ovarios, tiroides o exposición a medicamentos hormonales.
Hay dos tipos principales de pubertad precoz que se dividen en: Pubertad precoz central y pubertad precoz periférica. ¡Aquí te explicamos de qué se trata cada uno!
Este es el tipo de pubertad precoz que ocurre cuando se presentan anomalías en el cerebro. Es mucho más común en niñas que en niños y se puede dar por tumores o infecciones cerebrales.
En este tipo de pubertad precoz, la anomalía no se encuentra en el cerebro, si no en los genitales, generando sobreproducción de hormonas sexuales ya sean inducidas a través de medicamentos, o por ciertos síndromes genéticos; incluso, el sobrepeso y la tiroides están muy relacionados con su aparición.
Si bien la pubertad precoz implica todo un mundo de nuevas experiencias y cambios, también involucra algunos factores de riesgo a los que hay que ponerles la lupa, porque podrían derivar en problemas futuros:
Baja estatura: El cuerpo está demasiado ocupado desarrollando diferentes partes del cuerpo que están más implicadas con la sexualidad que con el crecimiento, cuando de estatura hablamos; por eso, puede ser que, al cuerpo desarrollarse de manera acelerada, llegué a su punto de desarrollo máximo antes de tiempo, lo que también implica dejar de crecer.
Problemas de comportamiento: Todos los cambios hormonales asociados a esta etapa pueden generar algunas alteraciones en el comportamiento como irritabilidad, cansancio, carga emocional y algunas otras variaciones que, sin duda, se notarán.
Inicio precoz de la actividad sexual: Ya sabemos que la pubertad es todo un mundo de hormonas, por eso, el cuerpo puede llegar a “activarse” sexualmente antes de tiempo, presentando deseo y riesgo de embarazos no deseados a temprana edad.
Estrés y cambios emocionales: A los cambios físicos y hormonales, se le suma el miedo de ver que estamos viviendo cambios que nuestros amigos o cercanos aún no, por lo que la preocupación suele ser común en los niños con pubertad precoz.
¡Todos somos un mundo diferente! Por eso, según el tipo de pubertad precoz que se presente y según la situación específica de cada niño se puede pensar en un tratamiento específico, o, incluso, en no tener ningún tipo de tratamiento; pero, como ya sabemos que todo esto es un tema hormonal, entonces el más común tiene que ver con bloqueadores de los receptores hipofisarios, lo que lograría que la producción de estrógenos y progesterona disminuya.
Este tratamiento se da por medio de una inyección mensual hasta que el médico lo indique.
Recuerda siempre asistir donde un profesional para tener una indicación específica en cada caso.
¡Escucha, entendimiento y mucha paciencia! Esa es la receta salvavidas para sobrevivir a los niños con pubertad precoz que, además de estar experimentando cambios repentinos y extraños para ellos, se están sintiendo diferentes a los demás.
No los juzgues, intenta comprenderlos y ayúdalos a comprender todo ese mundo hormonal que están atravesando para que se sientan más tranquilos y confiados.
Busca el acompañamiento profesional necesario para que tanto tú, como ellos, logren comprender qué es lo que está sucediendo: estar de la mano de psicología y ginecología puede resultar súper valioso.
Haz de este proceso algo mucho más sencillo y llevadero para los niños; acompáñalos en lo que necesiten y prepárate para responder sus preguntas mientras experimentan todo este mundo que, sin duda, es muy desconocido para ellos.
Nosotras estamos para acompañar cada etapa de sus vidas y para ayudarles a comprender que el crecimiento es: ¡Normal y natural!
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