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23 de Noviembre
¿Te ha pasado alguna vez que, mientras estabas con la menstruación, has sentido de repente un dolor agudo y punzante en las nalgas? Puede que sientas la presión y el dolor durante unos segundos o incluso minutos antes de que desaparezca, ¡dejándote completamente confundida! Pues bien, es posible que acabes de experimentar proctalgia fugaz.
La menstruación puede ser bastante molesta, ¡literalmente! La mayoría de Nosotras hemos pasado por todo: acné hormonal, sangrado abundante, cambios de humor durante el síndrome premenstrual, cólicos... y todo lo que se te ocurra. Pero hay un síntoma de la regla que puede pillarnos desprevenidas: la proctalgia fugaz.
También conocido como dolor rectal pasajero, la proctalgia fugaz es un dolor o calambre que se siente alrededor del trasero causado por espasmos musculares en el recto. Lo que experimentas son breves episodios de dolor rectal de manera repentina y punzante, que aparecen sin previo aviso.
Así que, si alguna vez has sentido como si te cayera un rayo en el trasero, ¡no! No te estás volviendo loca, puede que estés sufriendo proctalgia fugaz. Pero, ¿por qué ocurre y, lo más importante, ¿se puede hacer algo al respecto? Averigüémoslo…
El síntoma principal de la proctalgia fugaz es el dolor en el trasero que puede ser bastante fuerte e incómodo, pero (afortunadamente) sólo temporal. Se dice que no existen dos personas que lo experimenten de la misma manera; algunas lo describen como un dolor intensamente agudo, punzante o punzante en la zona rectal que aparece de repente. Podría llegar a ser tan doloroso que te despierte si ocurre mientras duermes, o que te haga gritar si lo sientes en el día. El dolor suele durar alrededor de unos segundos o un par de minutos, aunque en algunos casos suele prolongarse más.
Si bien, es literalmente un dolor en el trasero, no se ha comprobado que la proctalgia fugax sea un síntoma dañino o peligroso, así que ¡no hay de qué preocuparnos! Por extraño y molesto que pueda ser, es sólo otro capítulo más de la serie llamada “vivir con la regla”.
Aunque se desconoce la causa exacta de la proctalgia fugaz, hay varios factores que podrían desencadenar esta afección, como las relaciones sexuales, el estrés, el estreñimiento y las heces. Se calcula que hasta un 18% de Nosotras podemos experimentarla en algún momento de nuestras vidas. Sin embargo, la mayoría de las mujeres lo sentimos durante el ciclo menstrual, en particular en torno a la regla.
Durante la menstruación, nuestro cuerpo libera unas hormonas llamadas prostaglandinas que hacen que los músculos del útero se contraigan y contribuyen a desprender el revestimiento. Esas contracciones son lo que a veces sentimos como dolor menstrual. Pues bien, estas hormonas también pueden tener el mismo efecto en nuestros intestinos y sistema digestivo, provocando la contracción del recto y de los músculos del suelo pélvico que rodean nuestro trasero, desencadenando espasmos musculares y calambres en la zona rectal.
Aunque puede ser sorprendente y aparecer en los momentos más inoportunos, el dolor de la proctalgia fugaz suele durar sólo unos instantes. Sin embargo, si te mantienen despierta toda la noche o si el dolor dura más de 20 minutos seguidos, lo mejor es que agendes una visita al médico para descartar cualquier anomalía y confirmar que simplemente se trate de un síntoma menstrual.
Los dolores de proctalgia fugaz cuando vas al baño a hacer tus necesidades, a veces, pueden estar relacionados con la endometriosis, en particular con la endometriosis intestinal. Si experimentas esto junto con síntomas como dolor menstrual intenso, cansancio extremo e infecciones frecuentes por úlceras vaginales, será muy buena idea ponerte en contacto con tu médico o ginecólogo para obtener más información. Ellos explorarán lo que ocurre para encontrar el mejor tratamiento en tu caso.
Primero que todo, intenta mantener la calma y ayúdate con la respiración. Por lo general, esos dolores punzantes en el trasero deberían cesar en unos segundos, y podrás volver a la vida de inmediato, sin la necesidad de tomar un tratamiento específico. Sin embargo, si la sensación de la que hablamos comienza a repetirse y prolongarse más de lo habitual, interponiéndose en tus rutinas, podrás tratarla de la misma manera en que lo harías con otros síntomas del período como los cólicos menstruales, mediante remedios caseros o algunos analgésicos, realizar ejercicio o un buen baño relajante con burbujas ¡Créenos! Estas recomendaciones puede hacer maravillas para ayudarte a controlar el dolor.
Dicho esto, si el dolor que sientes es más intenso o constante y se produce incluso cuando no tienes la regla, es posible que se trate de otra afección. En ese caso, es conveniente que pidas una cita para que te examine un profesional médico. Aunque pueda resultar incómodo explicarle justo lo que te está pasando y/o lo que estás sintiendo, recuerda que su trabajo es ayudarte a encontrar respuestas y que, a lo mejor, ya se han enfrentado antes a un caso o pacientes con síntomas similares... ¡Es probable que lo hayan visto todo! No dudes en contactar con nuestra ginecóloga online si estás pasando por una situación como esta o tienes otras preguntas sobre tu salud vaginal.
Nuestros cuerpos son increíbles y a veces también hacen cosas extrañas -¡y eso está bien!- Aunque los casos esporádicos de calambres en el recto pueden parecer un susto de película de terror, ten en cuenta que son normales y temporales. Una vez que pasen esos momentos desagradables, intenta reírte con tus amigas, porque lo más probable es que sepan exactamente cómo te sientes. Ya lo dijo Shakira una vez: uno y uno no siempre son dos y cuando menos pensamos sale el sol, entonces ¡confía!
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