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26 de Junio
En un mundo lleno de tabúes alrededor de todo el tema de la sexualidad, Nosotras creemos que es muy importante que hablemos libremente sobre lo que sentimos, lo que nos gusta y lo que deseamos.
Hablar con las amigas, con la pareja y con la ginecóloga es la única forma de mantenernos saludables, de saber que no estamos solas en nuestras dudas y miedos y de aprender a conocer mejor nuestro cuerpo y el de las demás personas.
Como consecuencia de eso, hoy queremos presentarte algunos datos curiosos sobre sexualidad que seguramente no conocías para que aprendas más cosas sobre tu cuerpo.
La sexualidad femenina no está necesariamente relacionada con mantener relaciones íntimas con otra persona, sino que se refiere más bien a cómo funciona tu cuerpo, cuáles son las hormonas que influyen en el proceso, cuáles órganos tienes para el placer y la reproducción y cómo puedes sentirte plena al disfrutar de este ámbito de la vida.
Si todavía no has tenido tu primer acercamiento sexual con otra persona, ¡no te preocupes! Lo más importante es que no te afanes para hacerlo y que siempre te sientas muy cómoda y segura de todas las decisiones que tomas. Si quieres leer más sobre este tema, te recomendamos este artículo La primera relación sexual, una experiencia para la vida, en el que puedes aprender mucho más sobre esto.
Además, queremos recordarte que para vivir tu sexualidad no te hace falta una pareja. ¿Sorprendida? Te explicamos: Son dos motivos, el primero es que la sexualidad hace parte de nuestro cuerpo todos los días y a todas las horas, porque siempre estamos produciendo hormonas. El segundo es que la masturbación es una actividad natural, placentera y deseable.
¡Nuestro cuerpo es perfecto! Aquí te vamos a contar cómo es la anatomía de nuestros órganos encargados de la reproducción y el placer. Empecemos por decir que el aparato genital femenino tiene dos partes principales: la interna, que son los órganos y lo que no podemos ver, y la externa, que es todo lo que conocemos como vulva.
Hablemos primero del aparato reproductor femenino interno; este se compone de cuatro partes: los ovarios, las trompas de falopio, el útero y la vagina.
Los ovarios son dos bolsitas del tamaño de una almendra, que actúan como órganos y cómo glándulas. En su función de órganos se encargan de almacenar los ovocitos durante toda la vida e ir madurando uno a uno cada vez; y en su función de glándulas producen la mayoría de las hormonas femeninas.
Las trompas de falopio son unos conductos que comunican los ovarios con el útero de alrededor de 10 centímetros de largo.
El útero es un órgano hueco y musculoso en el que se desarrollan los bebés cuando quedamos en embarazo.
La vagina es el canal que comunica el interior con el exterior y es por donde ingresa el pene durante el sexo y por donde salen los bebés en el parto.
La parte externa de este aparato es conocida comúnmente como vulva y se compone de cuatro partes: clítoris, monte de venus, labios y vestíbulo vulvar.
El clítoris es un órgano eréctil, cuya única función es producir placer.
El monte de venus es una protuberancia que está cubierta por vello.
Los labios son pliegues de piel que recubren toda la zona para protegerte de las bacterias y de los roces incómodos.
El vestíbulo vulvar es toda el área de la Zona V en la que se ubican la entrada a la vagina y a la uretra.
Cuando los ovarios están cumpliendo sus funciones como glándulas, producen hormonas femeninas, que son los estrógenos, la progesterona, la hormona foliculoestimulante y la hormona luteinizante. Además, también producen un poquito de testosterona, que es la hormona que normalmente le asociamos a los hombres.
¡Sí! Es bastante probable que un descontrol en los niveles de las hormonas que produce la tiroides afecte tu deseo sexual. De hecho, uno de los primeros síntomas que se notan cuando existe esta patología es la disminución de la líbido.
Pero no te preocupes, alrededor del 25% de las mujeres del mundo necesitan ayuda farmacológica para mantener sus niveles hormonales tiroideos normales. Solo tienes que acudir con un especialista y él te ayudará en todo lo que necesites.
Es súper probable que conozcas este periodo con el nombre de “ciclo menstrual”, pero no te estreses, ¡es lo mismo! Es un proceso que vivimos las mujeres entre la primera menstruación (menarquia) y la última (menopausia) todos los meses. Se da principalmente por la variación en los niveles hormonales, lo que causa que podamos ovular, quedar en embarazo y menstruar.
Primero aclaremos conceptos: deseo sexual y excitación no son lo mismo. El primero se define como un impulso sexual que tiene el cerebro cuando interpreta un estímulo de esa manera, es decir, cuando oyes, ves o sientes algo que tu cerebro interpreta como sexual.
La excitación es, entonces, la reacción de nuestro cuerpo y nuestro cerebro a ese primer estímulo.
El deseo es algo que dura apenas unos instantes, mientras que la excitación es una reacción en cadena que afecta a todo el organismo, tanto a tu mente como a tu cuerpo.
Los cambios que experimenta el cuerpo empiezan por un aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial. Además, la piel se enrojece y cambia la mirada. Después, se produce la erección de los pezones, la vagina aumenta su tamaño y toda tu zona V se lubrica. Estas respuestas son todas automáticas del cuerpo, es decir, no las puedes controlar y no significan que tú activamente quieras mantener una relación sexual.
Si el estímulo sexual sigue aumentando en intensidad y hay contacto físico (ya sea tú sola o con tu pareja) puedes llegar al orgasmo.
No son lo mismo, pero sí están estrechamente relacionados ambos conceptos y es muy difícil entender uno sin el otro.
La sexualidad es lo que está directamente relacionado con la necesidad humana del sexo. Es una respuesta biológica a nuestras hormonas y agrupa todo el conjunto de relaciones, prácticas y percepciones que atraviesan una relación humana entre seres sexuados.
La sensualidad, en cambio, es totalmente subjetiva y no depende de un contacto sexual directo. Se refiere al goce o placer de los sentidos, por vía de la estimulación, la insinuación o la alusión. Para decirlo de una manera más sencilla, es todo aquello que a ti te genera placer (sexual o de cualquiera de tus cinco sentidos), incluso sin un estímulo directo. Por ejemplo, existen cosas que pueden ser sensuales, sin ser sexuales, como comer algo delicioso, bailar o escuchar una canción que te guste mucho.
¡¡Empecemos de una vez!! Te vamos a contar todos los datos curiosos de nuestra sexualidad femenina que conocemos:
El orgasmo femenino es un analgésico muy poderoso y está científicamente demostrado que es muy efectivo a la hora de combatir los dolores menstruales.
En un experimento realizado en el Instituto Kinsley, se comprobó que solamente el 33% de las mujeres alcanzan el orgasmo con la penetración, mientras que todo el resto necesitas estimulación en el clítoris.
Tanto para hombres como para mujeres, el sexo oral es la fantasía más común. ¿Cuál es la tuya?
Durante los besos, no solamente hacemos intercambios de más de 40 millones de bacterias, sino que también segregamos hormonas que nos hacen sentir felices y ejercitamos casi 35 músculos.
El año pasado, al menos 600 personas en Estados Unidos tuvieron que acudir a un servicio de urgencias luego de haber sido ahorcadas como consecuencia de una práctica sexual.
Cuando llegamos al orgasmo, el corazón puede alcanzar un ritmo de 180 pulsaciones por minuto. ¡Lo normal es más o menos 60!
Se calcula que alrededor del 10% de la población mundial es asexual.
El promedio de duración del orgasmo femenino está entre 13 y 51 segundos. ¿Tú sabes cuánto te duran?
Existen mujeres que logran llegar al orgasmo solamente con la excitación de los pezones.
El juguete sexual más antiguo fue desenterrado en una cueva en Alemania y data de hace 30.000 años. ¡Antes que la rueda!
Antes de la existencia de los juguetes sexuales modernos, los médicos creían que existía una enfermedad llamada “Histeria”, que solo les daba a las mujeres. Para curarlas, untaban aceite vegetal en sus manos y las masturbaban hasta que llegaran al orgasmo.
El primer vibrador eléctrico fue patentado en 1902 y fue el quinto electrodoméstico en tener electricidad, solamente después de la máquina de coser, la tetera, la tostadora y el ventilador.
En un estudio realizado en la Universidad de Albright, se comprobó que solo las mujeres somos capaces de impostar la voz para hacerla sonar más sexy.
Es casi imposible contagiarse de una enfermedad de transmisión sexual por sentarse en un inodoro público. Sin embargo, si se pueden contraer infecciones causadas por hongos y bacterias.
Se considera que para la edad de los 25 años, más del 70% de las mujeres va a haber contraído en algún momento de su vida el Virus del Papiloma Humano, que es la enfermedad de transmisión sexual más común y menos peligrosa. Si quieres aprender más, te recomendamos leer El Virus del Papiloma Humano, la infección de transmisión sexual más frecuente.
El aumento del flujo sanguíneo durante las relaciones sexuales hace que muchas personas se pongan rojas en la cara, el pecho y los genitales. Algunos se preocupan pensando en una alergia, pero es totalmente normal.
La Universidad de Quebec comprobó que una hora de actividad sexual quema las mismas calorías que media hora de footing.
Las mujeres también pueden eyacular. En realidad, el squirt, la eyaculación y el orgasmo son tres fenómenos diferentes. Puedes leer ¿Qué es el squirt? ¡Aprende todo con Nosotras! para que entiendas.
Otro de los tabúes más conocidos es sobre si es recomendable o no mantener relaciones sexuales durante la menstruación. Unos dicen que sí, otros alegan que es sucio, pero Nosotras creemos que es una decisión de cada pareja. Si quieres aprender, puedes leer nuestro artículo Menstruación y sexo: pros y contras, además, recuerda es tú decisión porque todas las prácticas sexuales tienen que hacerte sentir cómoda.
Está comprobado que los cambios que se producen en el cuerpo durante los días previos a la menstruación pueden ver una mejoría en sus consecuencias más incómodas durante las relaciones sexuales.
¿Por qué? Resulta que durante el sexo, nuestro cuerpo no solamente segrega hormonas que nos hace sentir felices (lo que alivia el mal humor), sino que también se producen analgésicos naturales que pueden aliviar los cólicos y los dolores de cabeza.
Como si fuera poco, también se producen un sinfín de endorfinas, que son sustancias que nos ayudan a sentirnos naturalmente bien.
Podrás encontrar casi infinitas listas sobre cuáles son las posiciones sexuales que las mujeres más disfrutan, cuáles sirven para llegar al orgasmo más rápido y cuáles ayudan a aliviar el dolor de los cólicos menstruales… pero, te has preguntado: “¿cuál es mi favorita?”.
La única manera que tenemos de conocer nuestro cuerpo y de saber qué es lo que más nos gusta… ¡¡es experimentando!! Recuerda que puedes intentar todo lo que se te ocurra con tu pareja siempre y cuando los dos se sientan 100% cómodos y tengan ganas de hacerlo. Y no te olvides de que ¡puedes experimentar sola todo lo que quieras!
Sin embargo, hoy te queremos presentar tres posiciones que a la mayoría de nosotras nos gustan muchísimo:
Andrómaca: Esta posición obtiene su nombre de Andrómaca, la mujer amada del poeta girego Homero, que disfrutaba sentarse encima de su marido y “cabalgar”. Es muy adorada por las mujeres porque somos nosotras las que imponemos el ritmo y tenemos el control total sobre nuestro placer.
La L de espaldas: Para conseguirla, el hombre debe situarse detrás de la mujer y ella, de espaldas, debe inclinar su torso sobre una mesa o una superficie alta para alcanzar un ángulo de 90 grados. Es perfecta para la penetración, para la estimulación con los dedos y para el sexo oral.
Ambos sentados: El hombre se sienta y la mujer, sobre él, lo abraza con las piernas. Así, ambos tienen el control. Lo mejor es que durante la penetración, también habrá ficción en tu clítoris.
¡Claro que sí, como cualquier otra persona! En realidad, este tipo de disfunciones son comunes y en general tienen tratamientos fáciles. Para saber qué te pasa debes siempre consultar a un experto, porque puede ser que los remedios caseros solo empeoren tu condición o dañen tu salud.
Hay cuatro tipo de disfunciones sexuales femeninas:
Poco deseo sexual: Es la disfunción más común de todas y se define como una falta de interés sexual.
Trastorno de excitación sexual: Sucede cuando el deseo sexual está perfecto, pero no puedes excitarte o mantener la excitación. Tiene causas fisiológicas o psicológicas.
Trastorno orgásmico: Es la disfunción que no te permite alcanzar el orgasmo, incluso cuando los estímulos son los necesarios.
Trastorno de dolor sexual: Se da cuando te duele la estimulación sexual o el contacto vaginal.
No creemos que el término correcto sea “mejorar”, porque lo que queremos enseñarte son actividades y prácticas que te van a permitir conocerte mejor y descubrir nuevas maneras de explorar tu cuerpo, para encontrar placer y felicidad.
La masturbación es tan natural como el sexo y te ayuda a conocer muy bien tu cuerpo, lo que te gusta y cómo te gusta. Siempre puedes utilizar tus manos (muy bien lavadas, por favor), pero en el mercado hay una gran oferta de juguetes sexuales que te pueden ayudar con este objetivo.
Hay algunos que los puedes usar con tu pareja… o incluso si la otra persona está lejos.
Estos ejercicios son súper fáciles de realizar y te ayudan un montón a fortalecer todos los músculos del piso pélvico, que son los encargados de mantener en su lugar a todos los órganos y canales de nuestro sistema reproductor y de placer.
Esta práctica ancestral tiene muchos beneficios porque se relaciona no solamente con el cuerpo, sino también con la mente y con la energía. Hay ciertas posturas que te pueden ayudar a entrenar tu cuerpo para que tengas más fuerza y más consciencia y hay otras que te conectan con tus deseos y con tu energía sexual.
Cuéntanos en los comentarios todos los datos curiosos sobre sexualidad que conoces para que, entre todas, hagamos de esta comunidad Nosotras una súper culta y logremos desmitificar el sexo.
Amamos escucharte y saber que eres parte de las mujeres que quieren llenar el mundo de Loving.
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