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9 de Junio
Así como sucede con el acné en nuestro rostro, sin importar qué tan estrictas seamos con nuestra rutina de skincare, o los tratamientos que tengamos, un día comemos un poquito de queso y ¡boom! un granito en la frente. De igual manera pasa con los barritos y espinillas en la vulva , es decir, son normales, así que no hay de qué preocuparnos.
Sin embargo, es muy importante que sepamos diferenciar cuándo son barros y cuándo no, pues si no lo son, lo mejor en este caso es contactar con un médico y cerciorarnos de descartar cualquier tipo de afección o enfermedad.