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2 de Mayo
¿Quién de nosotras no se sorprendió la primera vez que vio un coágulo en la toalla higiénica? Seguramente, en ese instante, muchas nos preguntamos si todo estaba bien con nuestro cuerpo. Porque, no nos digamos mentiras, su apariencia es medio extraña y alarmante. ¡Hoy estamos aquí para descubrir juntas por qué salen coágulos de sangre en el periodo! Así que, si aún no conocías la razón, tómate cinco minutos y aprende algo nuevo sobre tu menstruación hoy.
Los coágulos en la menstruación son pequeños grumos de sangre que aparecen junto con el flujo menstrual. Se forman cuando la sangre se acumula en el útero y empieza a coagularse antes de ser expulsada. Dicen que es algo así como la mezcla de células, tejidos del revestimiento del útero y proteínas.
Su apariencia puede variar según el día del ciclo menstrual en el que nos encontremos: te puedes encontrar con coágulos espesos, grumosos, otros con una textura más gelatinosa, algunos rojos y, en los últimos días de nuestro periodo, se pueden percibir más marrones.
¡Tranqui! En la mayoría de los casos, estos coágulos son normales, pero si comienzas a notar cambios en su cantidad, tamaño o color, es importante prestarles atención.
Estos son algunos de los factores que más influyen en la aparición de coágulos de sangre en el periodo:
¡Cuando tenemos un flujo abundante! Pues a mayor cantidad de sangre, mayor posibilidad de que se formen coágulos.
¡Cuando la sangre se queda más tiempo en el útero antes de ser expulsada! Esto hace que tienda a coagularse.
¡Cuando estamos pasando por cambios hormonales! Recordemos que las hormonas también regulan el grosor del endometrio, así que cualquier desbalance puede afectar la textura de nuestra menstruación.
Tener coágulos de vez en cuando es completamente natural, especialmente si nos encontramos en los primeros días del periodo. Pero si notas coágulos más grandes que el tamaño de una moneda, frecuentes o acompañados de otros síntomas como dolor intenso o cambios en tu ciclo, es importante qué te preguntes qué puede estar pasando en tu cuerpo y, sobre todo, que lo resuelvas junta a tu ginecóloga de confianza.
Todo comienza por conocer muy bien tu ciclo y tu menstruación, así te darás cuenta cuándo hay algo inusual que puede ser una señal de alerta. ¡Sigamos leyendo!
Aunque no es lo más común, puede haber casos en los que la presencia de coágulos de sangre en nuestro periodo sean una señal de que algo no está del todo bien, -pero antes de entrar en pánico, respira-, la clave está en conocer tu cuerpo y prestar atención a cualquier cambio inusual. Con ayuda de tu ginecóloga ve descartando cualquiera de estas posibles patologías:
Los pólipos y fibromas son crecimientos en el útero que pueden hacer que el sangrado sea más abundante y con coágulos frecuentes.
Se da cuando el tejido del endometrio crece fuera del útero y puede causar menstruaciones intensas y dolorosas, con presencia de coágulos grandes.
Es una condición en la que el tejido endometrial invade la pared muscular del útero, provocando reglas abundantes, dolor y coágulos.
Las hormonas regulan el grosor del endometrio, y un desajuste puede hacer que la menstruación sea más espesa y con mayor presencia de coágulos.
En algunos casos, los coágulos pueden ser señal de un aborto espontáneo, especialmente si están acompañados de otros síntomas como calambres intensos.
Cuando el útero es más grande de lo normal (ya sea por embarazo previo o por otras razones), la sangre se acumula más y puede generar coágulos.
Algunas condiciones afectan la coagulación normal de la sangre, lo que puede causar períodos con muchos coágulos y sangrado prolongado.
Si crees que tu menstruación no es como solía ser y notas cambios extraños, no dudes en consultar con tu ginecóloga, ¡ella te ayudará a encontrar respuestas más precisas!
En realidad, no se trata de cuántos, sino de su tamaño y los síntomas que puedas sentir con ellos. Si ves que son coágulos muy grandes (que superan el tamaño de una moneda), que vienen acompañados de un sangrado abundante y que además se repiten en cada cambio de toalla, te recomendamos buscar preguntar a tu ginecóloga. ¡No lo normalices!
Los coágulos menores a 1 centímetro (que se ven del tamaño de una lenteja o un fríjol) suelen ser normales. Si notas coágulos mucho más grandes y que no son usuales en tus menstruaciones, podría ser señal de una condición ginecológica detrás y debes consultar.
Aunque tu intuición nunca falla y te advertirá cuál es el momento indicado para visitar a tu ginecóloga, ¡hazlo también en estos casos!
Si expulsas coágulos grandes y frecuentes
Si tu sangrado es demasiado abundante y dura más de 7 días
Si sientes un cólico o dolor pélvico intenso que no mejora con analgésicos
Si hay cambios repentinos en tu ciclo y no encuentras una razón lógica detrás.
No podríamos darte una respuesta exacta ya que los métodos anticonceptivos actúan de una forma diferente en cada mujer. Sin embargo, esto también dependerá del tipo de anticonceptivo: aunque algunos regulan el flujo y reducen los coágulos, otros pueden hacer que el sangrado sea más irregular o abundante.
¡Evitemos confusiones! Los coágulos menstruales siempre tienen un tono rojizo, ya que son sangre acumulada. En cambio, si notas algo transparente o blanquecino, no son coágulos, sino restos de moco cervical o tejido endometrial, algo completamente natural en nosotras.
Estos cambios en la textura y el color del flujo suelen variar a lo largo del ciclo, dependiendo de las fluctuaciones hormonales. Podemos notar que pasa de cremoso a más grumoso o pegajoso, y eso es parte del proceso natural de nuestro cuerpo.
No siempre. Sin embargo, si los coágulos están acompañados de periodos muy abundantes y dolorosas, pueden ser señal de problemas hormonales o de endometriosis, lo que sí podría afectar nuestra fertilidad. Tranqui, si estás buscando un embarazo, hay tratamientos que -con paciencia- ¡te ayudarán a lograrlo!
Esto dependerá también de qué los está generando: beber suficiente agua durante el día, aprender a regular nuestras emociones y llevar un control de nuestra menstruación, es clave para entender de qué manera podemos reducir los coágulos. En ocasiones, el especialista podrá recomendar medicamentos para tratar los sangrados abundantes que son lo que más se relacionan con los coágulos.
No necesariamente. La sangre marrón o café es simplemente sangre más vieja que tardó un poco más en salir. Si no viene acompañada de síntomas extraños, ¡no tienes por qué preocuparte!
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