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23 de Octubre
¿Has oído hablar de la temperatura basal y te preguntas en qué consiste y cómo aplicarla? ¡Estás en el lugar indicado! En este artículo te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre el método de planificación relacionado con la temperatura basal. ¿Lista para descubrirlo? ¡Vamos a comenzar!
La temperatura basal es un método de planificación natural que se basa en medir la temperatura más baja de tu cuerpo en estado de reposo, normalmente al despertar y antes de cualquier actividad física. Este valor te proporciona información clave sobre tu ciclo menstrual y te permite identificar los días de mayor y menor fertilidad. ¡Sí, puedes monitorear tu fertilidad a través de la temperatura! Pero ten en cuenta que, para que este método sea seguro, es fundamental que sigas las recomendaciones que te indicaremos.
Durante el ciclo menstrual, la temperatura de tu cuerpo cambia ligeramente. La primera parte del ciclo es más baja y luego aumenta cuando ovulas. Antes de la ovulación, la temperatura típica para la mayoría de las personas es de 35.5 a 36.6 °C. Después de ovular, su temperatura aumenta a entre 36.1 °C y 37.2 °C, aproximadamente cuatro décimas más alta que su temperatura normal.
Para utilizar el método de la temperatura basal, debes tomarte la temperatura todos los días.
Para medir tu temperatura basal, necesitas un termómetro basal, porque es un poco más preciso que un termómetro regular. Debes tomar tu temperatura cada mañana a la misma hora antes de levantarte de la cama o hacer cualquier cosa, incluso antes de hablar o revisar tu teléfono; pon tu alarma, si es necesario, para que seas constante en este proceso y te dé buenos resultados.
Al considerar el método de la temperatura basal, es importante evaluar tanto sus ventajas como sus desventajas. Entre las ventajas, destaca que es un método natural y no invasivo, además de ayudarte a conocer mejor tu ciclo menstrual y tu fertilidad. Sin embargo, también tiene desventajas que debes tener en cuenta: requiere un alto nivel de compromiso y disciplina, ya que debes medir tu temperatura diariamente y a la misma hora. Además, factores externos como el estrés, la falta de sueño o enfermedades pueden afectar los resultados, lo que puede disminuir su efectividad como método anticonceptivo.
¡Este método puede ser muy efectivo si lo haces correctamente! Pero, por supuesto, no es perfecto. La temperatura basal te ayuda a identificar los días de ovulación, pero factores como el estrés, algunas enfermedades hormonales o cambios en tu rutina, pueden afectar las lecturas, así que, ¡siempre debes estar alerta!
Debes tomar tu temperatura a la misma hora siempre, ¡siempre! No se te puede olvidar porque esto hará que los resultados sean imprecisos. Lleva el registro diario y sé muy organizada para que puedas observar las tendencias de cuándo estás ovulando y cuándo no. Recuerda que, cuando estás ovulando tu temperatura puede aumentar levemente en unos 0,4°C.
¡Usa una libreta o una app especializada para anotar tu temperatura basal todos los días! Es tan importante llevar el registro como tomarte la temperatura en sí, porque si no puedes hacer un análisis de cuándo bajó o subió, ¡no obtendrás ningún resultado!
¡No es tan complicado! Normalmente, el gráfico de la temperatura basal te mostrará una línea baja durante la primera mitad del ciclo, seguida de un aumento de aproximadamente 0.2 a 0.5°C; este aumento indica que la ovulación ha ocurrido. Para que el gráfico no mienta, deber ser constante y muy estricta con cada una de las tomas de temperatura.
¡Estos son los datos que necesitas conocer! Habrá días de menor y mayor fertilidad, recuerda que, entre menos fértil, menor es la probabilidad de quedar en embarazo, o, entre más fértil, mayor la probabilidad:
Los días antes del aumento de temperatura son los más fértiles.
Si tu temperatura se ha mantenido durante al menos tres días, es probable que estés en la fase menos fértil del ciclo, lo que significa que los días que siguen pueden ser más seguros para tener relaciones sexuales si estás evitando un embarazo.
Aunque el método de la temperatura basal puede ser útil como método anticonceptivo, no es tan efectivo como otras opciones. Requiere una rutina diaria rigurosa para medir la temperatura, registrar los datos y analizar correctamente el gráfico, lo cual es clave para su efectividad. Sin embargo, incluso con disciplina, no ofrece la misma seguridad que otros métodos, como el uso del condón.
Consumo de bebidas alcohólicas.
Fiebre y/o enfermedades.
Algunos medicamentos.
La falta de descanso.
Estrés.
Si estás lista para probar el método de la temperatura basal, aquí te compartimos algunos consejos clave esenciales para Nosotras:
Sé constante: mide tu temperatura a la misma hora cada mañana, sin excepciones.
Usa un termómetro basal: este tipo de termómetro es más preciso y diseñado específicamente para detectar pequeñas variaciones en la temperatura basal.
Registra tus datos: lleva un registro detallado para identificar patrones y tomar decisiones informadas.
Evita factores que alteren la temperatura: acciones como levantarte, hablar o tener fiebre pueden afectar las lecturas, así que mide tu temperatura inmediatamente después de despertar, antes de hacer cualquier otra actividad.
Sabemos que este método es todo un mundo y que requiere de una disciplina excepcional para que realmente funcione, por eso te dejamos claro que, si quieres empezar a implementarlo, debes ser ¡muy responsable!
¡Entender cómo funciona nuestro cuerpo es poderoso! Y el método de la temperatura basal es una excelente herramienta para que esto suceda y así mismo, gestionar nuestra fertilidad de manera más consciente. ¡Inténtalo y descubre lo que tu cuerpo tiene para decirte cada mañana!
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