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23 de Junio
Cómo dejar de depender de un hombre no es un tema nuevo, ni de millenials ni mucho menos de una época en donde las mujeres somos “más frágiles”. De hecho, tiene todo un contexto histórico en donde muy seguramente a las abuelas de nuestras abuelas les tocó el famoso “el amor todo lo vale”. Lo cual les hizo aceptar, maltratos que hoy, gracias al divino poder femenino que hemos encontrado en Nosotras mismas, nos ha llevado a entonar "las mujeres no lloran, las mujeres facturan".
Sin embargo, nos atreveríamos a decir que no siempre fuimos o estamos obligadas a ser la mujer más fuerte del planeta que sabe lo que quiere y puede tener. Antes de llegar a esta etapa de luz reveladora, lo normal es haber pasado por un mal amor que nos haya roto el corazón, llorar por que sí y por qué no y tocar un fondo del cual creemos que no vamos a salir, pero como dicen por ahí, con el tiempo aprendemos a curarnos de cualquier "capricho".
La dependencia emocional, más allá del significado psicológico que de seguro poco entenderemos, lo podemos definir como un momento de la vida en donde nos sentimos tan conectadas con nuestra pareja, que nos pesa pensar en el hecho de vivir sin esta persona, nos cuesta crear sueños individuales y nos atemoriza el actuar pensando solo en nosotras mismas.
Quizá nos falta mucho para ser un sensei en el amor, pero sí tenemos claro que para entender cómo dejar de depender de un hombre no podemos condenarnos a creer que es lo peor que nos sucedió en la vida, que somos las únicas que pasamos por algo así y que se debe a una falta de inteligencia emocional. ¡Para nada! Este estado es más frecuente de lo que nos imaginamos y es el resultado, generalmente, de un primer amor, falta de experiencia, madurez y un sueño de querer tener un futuro con esta persona a como dé lugar, impidiendo el curso natural de la vida.
No nos vamos a atrever a crear un listado de causas que puedan venir de un rasgo de personalidad, pues esto es algo que como seres completamente diversos, experimentamos de muchas maneras, pero sí te contaremos las frases más frecuentes que llevan a nuestro corazón a un estado de "si te vas me muero".
Y no nos referimos a la belleza de nuestra pareja, sino a que cuando tenemos poca experiencia en el amor, solemos entregar nuestros sueños a una sola persona e inconscientemente lo hacemos responsable y dominante de nuestro estado de ánimo.
Cuando iniciamos una relación es natural que invirtamos más de nuestro tiempo con esta nueva persona, pues sentimos que debemos construir algo sólido basado en tiempos de calidad. Sin embargo, cuando los meses pasan y continuamos con los mismos planes, empezamos a dejar de lado nuestras amigas, familia o las actividades que normalmente hacíamos solas, para realizarlas en conjunto. Esto no siempre es malo, pero sí se hace necesario tener un equilibrio.
Bien lo dijo alguna vez Shakira y es que una de las causas de la dependencia es también dejar de escuchar las señales que nos envía el universo a través de las amigas que nos piden no entregar todo en nombre del amor. Este consejo siempre esconde un “amiga, date cuenta de que tu mundo se está convirtiendo en él”.
Que nos demuestren amor es necesario y merecedor, pero una causa frecuente de la dependencia es creer que si está persona se va, nadie podrá llenar esas muestras de cariño que nos brinda. Si este fue, es o llega a ser tu caso, ¡BÁJALE 3 NIVELES A ESE PENSAMIENTO! Escucha Flowers de Miley Cyrus y recuerda que para amor del bueno siempre te tendrás a ti misma.
Después de compartir nuestra vida con alguien por tanto tiempo es normal que llegue un momento en donde estemos en modo, “y si esta persona se va, ¿qué sigue?”, pues la mayoría de las cosas en la vida que se repiten nos hacen entrar en una zona de confort, que de pensar en salir de ella, nos llenamos de un temor irracional, el cual generalmente solo podemos gestionar con un profesional que nos permita entender nuestro sentir.
No importa cuántas veces escuchemos a Shakira, Karol G o si tenemos a la mismísima Taylor Swift comiendo un helado con Nosotras, el empoderamiento no es una cualidad con la que nos despertemos un día, es un proceso que lleva su tiempo desde la conciencia, la experiencia y, sobre todo, el aprendizaje. Pero como la vida es mejor con los consejos de amigas, aquí van las 5 claves maestras que tenemos para entender cómo dejar de depender de un hombre.
Dios quizá no lo sabe, pero como onceavo mandamiento dijo “ir a terapia por sobre todas las cosas” y no por estar en un momento difícil, sino por aprender la magia de descubrimos a Nosotras mismas, saber lo que estamos dispuestas a recibir, entregar y cuáles son nuestras necesidades. Este paso es tan válido tanto como si estás intentando ser menos dependiente emocionalmente o si quieres fortalecer tu relación con los otros.
Si estás soltera, ¡maravilloso! Y si estás en una relación también es el doble de mágico, hacer planes contigo misma, con tus amigas o conversar con un desconocido tomando café te ayudará a disfrutar de tu compañía, entendiendo que eres un ser único desde tu individualidad.
No temas hablar con tu pareja acerca de lo que sientes, asegúrate de que es alguien tan consciente que en un futuro no verá tu sinceridad como debilidad, proponle espacios de independencia que enriquecerán mucho más la relación. Quizá esto también lo ayude a él, pues muchas veces la dependencia puede estar en doble vía.
Aunque no es lo que queramos ni te deseamos, no podemos negar que muchas veces nos damos cuenta de que dependemos sentimentalmente de un hombre cuando este decide que “quiere seguir otro camino en la vida”. ¡Y no es para menos! De aquí podríamos sacar 20 mil canciones sobre la poca claridad que a veces recibimos de nuestra pareja, cómo superar un desamor o cómo volver a las canchas del amor.
Lo cierto es que, si este es tu caso, llorar para sanar es la mejor forma de dejar fluir el sufrimiento y es también la manera que tiene la vida de ponerte en el lugar que necesitas estar para no repetir patrones a futuro.
Y no nos referimos a que las caderas no mienten, nos referimos a lo que ya te dijimos, que las mujeres sí lloramos, pero maravilloso si también facturamos (aunque el impulsito extra de nuestros padres no cuenta). El hecho es que ser jefas de nuestras finanzas, gustos y deseos, nos ponen en un nivel superior para tener siempre el poder de decisión que queramos.
Si sientes que estás pasando por una etapa de dependencia afectiva, ya estás dando un gran paso para trabajar en ella. Existen, como lo hemos venido hablando, desde las soluciones más drásticas como cortar de raíz esta relación o trabajar en ti misma estando en ella. Es normal que atravieses momentos de tristeza en el proceso, sin embargo, no serán eternos, confía en que el universo siempre te pone en el lugar perfecto para que aprendas todo aquello que realmente necesitas, toma agüita y apláudete cada pequeña victoria.
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