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1 de Agosto
Ser madre primeriza es pasar de un constante “trágame tierra” a “no me cambio por nadie”, y es que ¡no es para menos! Con la llegada de un bebé a casa no solo cambian nuestras rutinas, sino también las emociones que están a flor de piel y el desarrollo de esa llamada “intuición maternal” que nos hace saber qué es lo adecuado y que otras cosas pueden esperar. Aquí, la cuestión es que ya no pensamos solo por nosotras y quisiéramos hacer todo lo que estuviera a nuestro alcance para evitar un llanto inconsolable de nuestro bebé. Este llanto, durante los primeros meses, puede ser el resultado de una difícil tarea para alimentarlo. Por ello, ponte cómoda y en confianza, porque esto no solo te sucede a ti, sino a muchas otras mamás que necesitan saber la respuesta a, “por qué no me sale leche para amamantar a mi bebé”.
En términos médicos, la hipogalactia, la baja producción de leche o la respuesta a la pregunta de por qué no me sale leche para amamantar a mi bebé, se refiere a un síndrome, más común de lo que crees, que genera una secreción de leche insuficiente que afecta las necesidades de alimentación del bebé.
¡Sí! Al igual que en muchos otros factores de la vida, la hipogalactia o baja producción de leche materna tiene varias causas que más adelante exploraremos. Esto hace que sus tipos también sean diversos. Conozcamos cuáles pueden ser:
Aunque poco se suele hablar al respecto, muchas madres primerizas optan por seguir los consejos que pueden llegar a ellas en la avalancha de información que se encuentra en internet respecto a este tema. Sin embargo, siempre será necesario, antes de poner en práctica cualquiera de estas recomendaciones, validarlas con el profesional encargado para evitar un mal manejo de la lactancia por las siguientes condiciones:
Algunas mamás controlan la lactancia. Esto quiere decir que solo le permiten a su bebé una toma exacta durante x cantidad de tiempo en cada pecho, lo cual tiene como resultado que la glándula no se estimule lo necesario o el bebé no quede completamente satisfecho.
Condiciones como el frenillo en los bebés recién nacidos, puede generar que este no se agarre con suficiente fuerza del pecho, lo cual no le permite succionar con naturalidad.
Cuando el bebé es muy dormilón o prematuro, requiere de una estimulación adicional y esfuerzo extra para succionar la leche y, de esta manera, estimular la glándula.
La producción de leche es el resultado de una estructura hormonal que se desarrolla durante el proceso de gestación. Por ende, si alguna parte de esta estructura falla puede causar poca producción de leche. En estos casos, los motivos pueden ser tan variados que cada mamá necesitará de un seguimiento específico para reconocer la causa de su déficit de leche. Aquí podemos encontrar patologías como la obesidad, la diabetes, cesáreas de emergencia o retención de placenta.
Estudios relacionados con la producción de leche materna, indican que el 95% de las madres logran un proceso de lactancia normal gracias a la estimulación de la glándula con la succión del bebé o con el apoyo de un extractor, el cual puede convertirse en uno de nuestros mejores amigos.
Para estimular la producción de leche podemos implementar los consejos que vienen de nuestras abuelas o algunos más modernos. Por ejemplo, en esta variedad de opciones encontramos el uso de pañitos húmedos calientes en los senos para estimular, durante los primeros días, la producción de leche que, al inicio, es natural que no sea muy abundante.
¡Los masajes también son una excelente opción! Realiza en tus senos movimientos suaves desde el exterior hasta el pezón antes y durante la toma de leche de tu bebé para tener más posibilidades de que los senos se vacíen por completo.
Esta competencia no te compete a ti ni tampoco podemos responderla Nosotras. La mejor manera para descifrar este acertijo es consultarlo con el pediatra de tu bebé, quien te aconsejará según tu producción de leche y las demandas de tu hijo.
Alrededor de este tema existen innumerables opiniones e incluso, juicios de valor por quienes optan por una u otra opción. Sin embargo, sea cual sea tu decisión, traerá beneficios en pro del desarrollo del bebé siempre y cuando, en la medida de su crecimiento, se complemente con otros nutrientes necesarios para su bienestar
¡Los tiempos han cambiado! Y ahora la maternidad, por gusto u obligación, se combina con rutinas laborales, de ejercicio, hobbies y otros planes que nos convierten en mamás funcionales, pero, sobre todo, mamás tranquilas y en calma. Si bien el tetero es de amores y odios, puede ser una gran herramienta para facilitar la relación con tu bebé y agilizar algunas tareas del día a día. Presentárselo a tu pequeño es tu decisión, lo importante es que sea un proceso amigable y sin culpas, pues, como dicen por ahí, ¡bebés no se quedarán toda la vida!
Por último, pero no menos importante, el proceso de lactancia y el desarrollo del bebé, como todo en la vida, está compuesto por aciertos y desaciertos que traerán, con el tiempo, aprendizajes de experiencia y amor. Asegúrate de rodearte de un círculo de apoyo cercano y empático que no juzgue tus decisiones como madre. Por el contrario, que sean personas que te recarguen, te den un respiro y conviertan esta etapa en un lugar seguro para ti y para el nuevo integrante de la familia.
https://www.suavinex.com/livingsuavinex/que-es-la-hipogalactia-materna-causas-y-consejos/
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