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15 de Marzo
Hace poquito leí que el 2020 ha sido como 365 “Amiga date cuenta” seguidos; que “mi yo de enero y mi yo de noviembre no se reconocen entre sí”; Y que si el amor de tu vida te está esperando que pasen Navidad juntos, sólo le quedan 4 fines de semana para encontrarte (Si lees esto después del 30 de noviembre, vuelve a hacer las cuentas).
Qué locura. Se nos está acabando el año que más memes ha tenido en la historia, el mismo que renovó el significado de los acrónimos a.C y d.C (ahora son “antes y después de Covid”); el que tuvo más de un 1 de Enero en el calendario (solo lo entienden quienes hemos confundido a febrero, con el año pasado).
El caso es, que ya que no nos dieron un manual para (sobre)vivir al 2020, al menos hagamos unas instrucciones para despedirlo como se debe:
Siéntete afortunado, en serio. Parece difícil en un año que (aparentemente) tuvo más sumas que restas pero es que si hubo algo en lo que se empeñó la pandemia fue en recordarnos que de verdad no tenemos nada asegurado (así que salir sanos y salvos de este año ya es salir ganando). Qué importa si no cumplimos con los propósitos, si no le dimos check a la lista de cosas por hacer, si no viajamos, si no compramos el iPhone 12 o si no nos hicimos millonarios. Qué importa si no tuvimos la idea más brillante de la cuarentena, si no nos salieron cuadritos en el abdomen o si no realizamos nuestros sueños. Qué importa si este año nos hemos sentido un poquito jodidos, al menos estamos vivos. *Escribe una lista de razones por las cuales hoy te sientes afortunado.
Pídele perdón al 2020 por todas las veces que lo has insultado… ¿Creías que solo era cuestión de perdonarlo a él? A veces también debemos perdonarnos a nosotros mismos por la forma en la que reaccionamos a las cosas que nos pasan (o por no valorar lo que nos queda cuando ya no hay mucho que perder). Intenta agradecerle. No tengo el secreto para que lo logres, pero tal vez lo puedas intentar después de leer este manual.
No te resistas más a los cambios que te trajo este año. Tarde o temprano vas a tener que aceptarlos y es mejor no dejar para el 2021 las cosas que podemos hacer en el 2020. Yo soy de las que cree que a nadie le ponen pruebas que no puede superar, intenta creértelo tú también a ver qué tal. Igual si nos equivocamos… ¿qué es lo peor que puede pasar? Volvemos a empezar. Al final, ¿qué afán tenemos de graduarnos de la vida?
Mira hacia atrás y date cuenta de lo que fuiste capaz. “Puede que hoy no estés donde quieres, pero ya no estás donde estabas”. Cuanta verdad.
Celébrate las pequeñas victorias. Cualquier cosa nueva que hayas hecho o por el contrario que hayas podido dejar de hacer. (Desde aprender a cocinar hasta superar al ex tóxico). *Escribe una lista de razones por las cuales te autofelicitas.
Siéntete importante… ¿por qué no? Fuiste elegido para vivir todo esto. Siempre nos prepararon para saber de historia, no para hacer historia. Y todos los que sobrevivamos a este año –si Dios quiere-, pasaremos a la Historia. Así que date el lujo de sentirte elegido (y tómate fotos con tapabocas, quién quita que dentro de cien años salgas en libros del coronavirus).
No le digas a nadie pero el 1 de enero es una ilusión. Cualquier día puede ser año nuevo. Cualquier día puede ser tu cumpleaños número 26 con 4 meses y 3 días. Cualquier día puedes vestirte de fiesta, pedir deseos o volver a empezar. “Cualquier día puedes cambiar un día por día uno”. (No sabemos si mañana nos vuelvan a encuarentenar, ¿por qué no? Si algo confirmamos este año es que “después, no hay después”). *Hoy enciende una velita como si estuvieras cumpliendo años.
Y por último, no le eches tanta cabeza a lo que fue. Ya te diste cuenta que la vida es mejor vivirla que intentar comprenderla (porque cuando menos piensas llega una pandemia). Así que deja de dar tantas vueltas, no busques culpables, no te sientas culpable y más bien, haz que estos últimos días sean dignos de los últimos capítulos de la temporada 2020.
Atentamente,
Ana Listas.
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