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30 de Octubre
Saber qué es el squirt no tiene que ser un tema tabú. En realidad, es un fenómeno que ocurre en el cuerpo de las mujeres tan natural como el llanto, el orgasmo o el hambre. ¿Quieres aprender todo sobre esto? ¡Continúa leyendo que tenemos muchas sorpresas para ti!
Hay muchas personas que, desde su desconocimiento, afirman que la eyaculación femenina es lo mismo que el squirt, pero ¡no es así! Se componen de fluidos distintos, tienen procedencias diferentes y se ven y se sienten como fenómenos separados. ¡Aquí te explicamos todo!
La eyaculación femenina es el líquido que las personas con vulva liberan antes o durante el orgasmo gracias a las glándulas de Skene (a los lados de la uretra). Puede ser transparente y algo blanquecina y a veces llega a confundirse con la lubricación natural de la vagina.
La eyaculación femenina es más frecuente que el squirt, aunque muchas veces pasa desapercibida porque se mantiene en el interior de la vagina y no se expulsa a propulsión.
El squirt es la expulsión de una cantidad moderada de un líquido acuoso, prácticamente transparente. Es liberado por la uretra (el orificio por donde se orina), pero es incoloro y prácticamente no huele a nada.
En este caso, a diferencia de la eyaculación femenina, no está relacionado con la llegada al clímax. Puede experimentarse, antes, después o durante y el momento en el que ocurre no tiene por qué ser de un placer intenso.
El squirt se siente como si tuvieras muchas ganas de orinar, pero cuando se libera la tensión, no hay necesariamente placer intenso. Además, lo que se expulsa no es orina, sino orina diluida en el líquido que se produce en las glándulas de Skene.
Se supone que todas las personas con vulva están en la capacidad biológica de experimentar un squirt. Lo que pasa es que no todas saben cómo deben ser estimuladas para lograrlo.
Sobre todo, es muy importante que recuerdes que el squirt (o el orgasmo) no debe ser el objetivo de una relación sexual, sino el disfrute, la compañía, el placer y la intimidad.
Pasos para conseguir un squirt tuyo o de tu pareja:
Relax: Como todo tipo de encuentro sexual, tienes que buscar un espacio y un momento en el que ambas personas se sientan cómodas. ¡Nada de prisas!
Estimula el punto G: Es una sección rugosa dentro del canal vaginal que se puede alcanzar con los dedos, con el pene o con un juguete sexual.
Escucha a tu pareja: La clave de todas las relaciones interpersonales es la comunicación. Pasa lo mismo en el sexo. Se tienen que escuchar activamente.
No te aguantes las “ganas de orinar”: Muchas mujeres detienen la estimulación porque creen que se van a orinar, cuando en realidad esa sensación es un signo de que el squirt está por suceder.
Utiliza juguetes sexuales: Hay muchos, de muchas clases y que estimulan diferentes partes del cuerpo. Puedes explorarlos hasta descubrir tu favorito.
Las mujeres frecuentemente nos vemos sumergidas en un mundo en el que se habla mucho de sexo, pero en el que no se nos explica nada.
Pero, ¡tranquila! Este es un espacio seguro en el que puedes aprender de todos estos temas de sexualidad sin preocuparte por qué van a decir los demás.
La presión social por alcanzar un squirt se origina en la cultura de la pornografía, pues no hay una conciencia sobre lo que es real, imaginario, lo que es deseado y lo que es, simplemente, violento.
Pero tienes que recordar que tu sexualidad es ¡solo tuya! y nadie puede imponerte nada sin que tú lo desees.
La práctica más importante para que descubras todo lo que tú cuerpo puede hacer y lo que más disfrutas es la masturbación. Entre mejor conozcas a tu cuerpo, más claridad vas a tener sobre lo que deseas y lo que esperas de la relación íntima.
Si quieres aprender más sobre este tema, te recomendamos el artículo ¿Qué es la masturbación? para que resuelvas todas las dudas.
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